El Colectivo Sanint pinta los secretos de poblaciones originarias con el poder de su amistad.
¿Cómo es que seis hermanas y más aún seis mujeres logran ponerse de acuerdo para realizar un proyecto en colectivo? No es tan difícil como parece. Sucede cuando todas comparten un mismo gusto, en este caso el amor por la pintura. Es así como en el 2008 nace el colectivo Saja conformado por Gloria, Lina Maria, María Emilia, Miryam, Constanza y Marta Lucía Sanint Jaramillo.
Seis manizaleñas “de alma, corazón y vida” que decidieron estrechar sus lazos de sangre a través del arte cuando hace cuatro años se aventuraron a adentrarse en las raíces de lo autóctono, para rescatar de las entrañas de la tierra, el poder de culturas indígenas precolombinas. Fue así como surgió la obra Los secretos del silencio, que hasta el 27 de este mes estará expuesta en el Centro Colombo Americano, sede Manizales.
La obra está compuesta por 11 piezas y muestra los rasgos principales extraídos de diferentes naciones estudiadas: Quillacingas, Zenues, Quimbayas, Calimas, Koguis y Taironas, para luego ser interpretados por cada artista y plasmados en elaborados tapices en técnica mixta que consiste en el uso de diferentes pinturas. Dicha técnica fue empleada bajo la dirección de Rocío Quintero, artista por la que las hermanas Sanint sienten gran afecto y gratitud. Cada tapiz tiene un cuento que representa su obra.
Los secretos del Silencio se originan en la investigación de las hermanas Sanint sobre la cosmogonía de los pueblos ancestrales, realizada desde el 2008 con la colaboración de Constanza, quien señala que “hay más similitudes que diferencias en las comunidades indígenas. Las diferencias son puramente ideológicas, en cambio lo simbólico para ellos es trascendental y muy similar entre una y otra cultura”. Con ello hace alusión a la ritualidad y espiritualidad, en la adoración a los dioses y la exaltación de la naturaleza.
El trabajo, que incluye 11 tapices, 11 cuentos y 11 documentos, es producto del deseo del colectivo de crear una obra que las edificara y que además constituyera un aporte investigativo referente al tema.
“Empezamos Lina y yo. Martha, Connie (Constanza) y Miryam, iban mirando hasta que Martha empezó a rayar y le dijimos usted puede y eso le gustó y entró. A Miryam a pesar de que es fisioterapista y no tenía tiempo de ir a clases, nosotras le dábamos las indicaciones. Gloria vive en Bogotá y su proceso fue más complicado por la distancia, pues las correcciones eran por Internet o por teléfono y venía una vez al año sólo por 10 días”, cuenta María Emilia.
Los Sanint Jaramillo, como buena familia paisa, son 11 hermanos, de los cuales dos han fallecido. De los nueve restantes forman parte las seis artistas y tres hombres quienes se sienten felices por el logro de sus hermanas. “Me siento orgulloso de mis hermanas y que bueno que se juntaron para hacer esto. Son unas luchadoras y espero que puedan salir adelante con ello”, expresa Gustavo, el mayor de los hermanos.
Las hermanas consideran que este logro responde en gran parte a la educación brindada por sus padres: “Su ejemplo, lo que siempre nos decían: que lo que uno quiere hacer lo puede hacer y lo que uno empieza lo termina, nada de que uno no quiere seguir y dejar las cosas a medias”, recalca María Emilia. Así mismo, de la convivencia en la infancia recuerda entre risas aquella época como una “fantasía” por la alegría de tener a quien escoger para sus andanzas. A pesar de que cuando se casó, la familia tuvo que desplazarse a la costa Atlántica por problemas de salud del padre, la distancia no ha sido nunca impedimento para seguir siendo tan cercanas.
María Emilia, quien ya es abuela de cinco niños, de los cuales Daniela fue gran aliada en su obra, tiene una trayectoria artística de 30 años y considera que el haberse unido para pintar junto a sus hermanas ha sido una experiencia maravillosa pues ha contribuido a su enriquecimiento cultural. Miryam, por su parte, está segura de que les ha servido para unirse aún más en la complicidad, el apoyo y la critica constructiva del trabajo mutuo.
Mujeres tradicionales haciendo un trabajo extraordinario, hacen tangible un mundo de magia, ritos y dioses, en donde cada una implanta su sello personal al jugar majestuosamente con acrílicos, óleos, tintas chinas, escarchas, laminilla de oro y de plata trayendo a la mente de quien observa, las antiguas leyendas tribales; la balsa muisca, la laguna de El Dorado.
“Recuperando el pasado construimos futuro, tenemos que conocer nuestras raíces para poder proyectarnos”, afirma Gloria convencida de la necesidad de redescubrir las culturas precolombinas como componente inherente a la identidad propia. Por su parte, Marta Lucía rescata el respeto como elemento vital en el comportamiento indígena dado que no tomaban nada de la tierra sin devolverle algo a cambio.
Lina María es arquitecta, Gloria publicista, María Emilia secretaria, Miryam fisioterapista, Constanza experta en mercadeo y Marta Lucía administradora de empresas. Se declaran enamoradas de la cultura indígena y anhelan continuar unidas pintando sobre la misma, creando conciencia sobre la importancia de su pervivencia.
Lugar: Cra. 24B No. 61A -50 Centro Colombo AmericanoHorario: lunes a jueves 8:00 a.m. a 12:00 a.m. – 2:00 p.m. a 8:00 p.m. Viernes 8:00 a.m. a 12:00 a.m. - 2:00 p.m. a 6:00 p.m. Sábado 8:00 a.m. a 3:00 p.m.
Entrada: Libre
HOSTING
PUERTAS SEGURIDAD